Desde el mismo momento de su nacimiento, Lizzy fue una verdadera luchadora. Cuando llegó al mundo, los médicos emitieron un veredicto inmediato: la niña no podría hablar, y mucho menos llevar una vida plena.
Sin embargo, la realidad demostró lo contrario, ya que Lizzy no solo completó con éxito la escuela, sino que también ingresó a la universidad y escribió un libro de psicología.
No obstante, la vida de esta chica inusual no fue un camino fácil. En la escuela, no la trataban de manera amigable; sus compañeros constantemente se burlaban de su apariencia.
Ahora, con 31 años, Lizzy gestiona su propio blog y ayuda a otras personas a enfrentar problemas psicológicos.
Lizzy es una mujer bastante pequeña, con una estatura de tan solo 152 centímetros y un peso que ronda los 30 kilogramos.
Además, enfrenta importantes problemas de visión, ya que un ojo es completamente ciego, y el otro tiene una capacidad visual bastante limitada. A pesar de todo, no se desanima y se acepta y quiere tal como es.