Ingredientes
Para el bizcocho (para dos moldes de 20 cm)
300 g de mantequilla a temperatura ambiente
500 g de azúcar
6 huevos grandes
600 g de harina de trigo
15 g de polvo de hornear (1 cucharada)
1 cucharadita de sal
240 ml de leche
2 cucharaditas de extracto de vainilla (puedes sustituir por almendra si prefieres)
Para el glaseado
250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
500 g de azúcar glas (tamizado)
2 cucharaditas de extracto de vainilla
3-4 cucharadas de leche o crema (para ajustar la consistencia)
Preparación
1. Precalienta el horno: a 180°C (350°F). Engrasa y enharina dos moldes redondos de 20 cm.
2. En un bol grande, bate la mantequilla y el azúcar a velocidad media hasta que esté suave y esponjosa (aproximadamente 5 minutos).
3. Agrega los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que todo quede bien incorporado.
4. En un bol aparte, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal.
5. Añade el extracto de vainilla a la leche.
6. Añade la mezcla de harina y la mezcla de leche a la masa de mantequilla y azúcar en tres partes, comenzando y terminando con los ingredientes secos. Mezcla a baja velocidad hasta que todo esté bien incorporado, pero no mezcles de más.
7. Divide la masa entre los dos moldes preparados y alisa la parte superior con una espátula. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
8. Deja que los bizcochos se enfríen en los moldes durante 10 minutos antes de desmoldarlos. Luego, colócalos sobre una rejilla para que se enfríen completamente.
9. En un bol grande, bate la mantequilla a velocidad media-alta hasta que esté suave y cremosa, alrededor de 2-3 minutos.
10. Agrega poco a poco el azúcar glas tamizado, batiendo a baja velocidad al principio para evitar que el azúcar salga volando.
11. Incorpora el extracto de vainilla y la leche, y continúa batiendo a velocidad media-alta durante unos 3 minutos, hasta que el glaseado esté suave y esponjoso. Si prefieres un glaseado más ligero, añade más leche una cucharada a la vez.
12. Si tus bizcochos tienen una parte superior abombada, utiliza un cuchillo de sierra para nivelarlos.
13. Coloca el primer bizcocho sobre la base que vayas a usar y cúbrelo con una capa de glaseado. Coloca el segundo bizcocho encima y extiende el glaseado uniformemente sobre toda la superficie y los lados. Puedes añadir más glaseado para lograr un acabado más liso o dejarlo con un aspecto más rústico.
14. Puedes añadir decoraciones como flores comestibles, perlas de azúcar o lo que desees para darle un toque especial.