Ingredientes:
500 g de harina de trigo
100 g de azúcar
2 huevos
100 ml de leche
50 ml de aceite de oliva
1 sobre de levadura química (polvo para hornear)
Ralladura de 1 limón
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Aceite para freír
Azúcar para espolvorear
Preparación:
1. En un bol, tamiza la harina con la levadura. Añade el azúcar y mezcla bien.
2. Haz un hueco en el centro de la harina y añade los huevos, la leche, el aceite de oliva, la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Mezcla todo bien hasta formar una masa.
3. Trabaja la masa sobre una superficie enharinada durante unos minutos, hasta que sea suave y homogénea.
4. Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar durante unos 30 minutos.
5. Toma pequeñas porciones de masa, forma bolas y luego haz un agujero en el centro para darles forma de rosquilla. Asegúrate de que el agujero sea amplio, ya que al freír se cerrarán un poco.
6. En una sartén profunda, calienta abundante aceite a fuego medio. El aceite debe estar caliente pero no demasiado, para que las rosquillas se cocinen por dentro sin quemarse por fuera.
7. Fríe las rosquillas en pequeñas tandas, dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados. Retíralas cuando estén doradas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
8. Mientras las rosquillas aún estén calientes, pásalas por azúcar para que se adhiera bien.
9. Una vez frías, estarán listas para comer. ¡Disfrútalas con un café o té!