Ingredientes:
500 g de harina de fuerza
60 g de azúcar
10 g de sal
20 g de levadura fresca (o 7 g de levadura seca)
5 huevos medianos (aproximadamente 250 g)
250 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente y cortada en cubos
1 huevo batido para glasear
Preparación:
1. En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
2. Si usas levadura fresca, disuélvela en una pequeña cantidad de agua tibia. Si es levadura seca, agrégala directamente a la mezcla de harina.
3. Añade los huevos a la mezcla y combina hasta obtener una masa homogénea.
4. Amasa la masa durante unos 10 minutos si usas una amasadora eléctrica o unos 20 minutos a mano, hasta que esté suave y elástica.
5. Añade la mantequilla poco a poco, asegurándote de que cada porción se integre completamente antes de añadir la siguiente. La masa será pegajosa al principio, pero se volverá más manejable a medida que se amasa.
6. Forma una bola con la masa y colócala en un tazón ligeramente engrasado.
7. Cubre con film transparente y deja que fermente en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que duplique su tamaño.
8. Después de la primera fermentación, desgasifica la masa presionándola suavemente.
9. Cubre nuevamente con film transparente y refrigera durante al menos 4 horas o, preferiblemente, toda la noche. Esto facilitará el manejo de la masa y mejorará su sabor.
10. Saca la masa del refrigerador y divídela en porciones según el tamaño deseado (por ejemplo, para un pan grande o varios pequeños).
11. Forma bolas suaves y colócalas en un molde engrasado o en una bandeja para hornear, dejando espacio entre ellas.
12. Cubre las bolas formadas con un paño limpio y deja que fermenten en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que casi dupliquen su tamaño.
13. Precalienta el horno a 180°C.
14. Pinta la superficie de los panes con el huevo batido para darles un brillo dorado.
15. Hornea durante 25-30 minutos, o hasta que estén dorados y al golpear la base suene hueco.
16. Una vez horneados, retira los panes del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.