Ingredientes:
500 gramos de fresas frescas
200 gramos de azúcar
2 cucharaditas de jugo de limón
400 ml de crema para batir (nata para montar)
200 ml de leche entera
Preparación:
1. Lava bien las fresas y quítales las hojas.
2. Corta las fresas en trozos pequeños y colócalas en un tazón grande.
3. Añade el azúcar y el jugo de limón a las fresas.
4. Mezcla bien y deja reposar durante unos 15-20 minutos para que las fresas suelten su jugo.
5. Coloca las fresas con su jugo en una licuadora o procesador de alimentos.
6. Licua hasta obtener un puré suave.
7. En un tazón grande, mezcla la crema para batir y la leche.
8. Añade el puré de fresas a la mezcla de crema y leche.
9. Remueve bien hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
10. Si tienes una máquina para hacer helado, vierte la mezcla en la máquina y sigue las instrucciones del fabricante.
11. Si no tienes una máquina para hacer helado, vierte la mezcla en un recipiente apto para el congelador.
12. Coloca el recipiente en el congelador.
13. Cada 30-45 minutos, saca el recipiente del congelador y remueve bien la mezcla con un tenedor o batidor para evitar que se formen cristales de hielo. Repite este proceso varias veces hasta que el helado tenga una consistencia cremosa (esto puede tardar unas 4-5 horas).
14. Una vez que el helado esté firme y cremoso, está listo para servir.
15. Puedes decorarlo con fresas frescas, chispas de chocolate o lo que prefieras.