En el mundo de la televisión, las estrategias para captar audiencia pueden ser atrevidas, pero un canal albanés llevó este concepto al límite y se convirtió en el epicentro de una controversia que, años después, sigue generando opiniones encontradas. El canal Zjarr TV decidió que sus presentadoras dieran las noticias sin usar sujetador bajo sus chaquetas, un movimiento que dividió al público entre quienes lo consideraron un acto de valentía y quienes lo tacharon de provocación innecesaria.
Esta polémica comenzó en 2016, cuando Zjarr TV implementó este formato único. El propietario del canal, Ismet Drishti, defendió esta decisión como una forma de simbolizar transparencia y neutralidad informativa. Según sus palabras, en un país como Albania, donde los medios suelen estar influenciados por el poder político, era necesario ofrecer noticias «desnudas», tanto en sentido figurado como literal.
El impacto fue inmediato. Las imágenes de presentadoras como Enki Bracaj, una joven de 21 años que alcanzó la fama al conducir las noticias internacionales con una blusa abierta, se viralizaron rápidamente. Su enfoque visual, lejos de ser tradicional, le dio al canal un impulso de popularidad que pocos habrían imaginado. Bracaj, estudiante de relaciones públicas, justificó su decisión como una forma de sobresalir en una industria altamente competitiva. Antes de aceptar el trabajo, consultó con sus padres, quienes apoyaron su elección, facilitando su camino en un entorno profesional que no siempre es indulgente con las decisiones audaces.
Sin embargo, su tiempo en Zjarr TV no estuvo exento de complicaciones. Aunque Bracaj aseguró que su salida se debió a discrepancias salariales, se rumoreaba que su participación en una sesión fotográfica para Playboy había generado tensiones con la cadena. En un país predominantemente conservador, donde la desnudez sigue siendo tabú para muchos, esta decisión fue vista como un paso demasiado lejos.
Tras la partida de Bracaj, Zjarr TV encontró en Greta Hoxhaj su nueva estrella. Hoxhaj, quien trabajó en la televisión local durante cinco años sin mayor reconocimiento, se transformó en una figura mediática en cuestión de meses. Al igual que su predecesora, adoptó el estilo de chaquetas abiertas para presentar las noticias, convirtiéndose rápidamente en una celebridad. Greta describió esta experiencia como un giro inesperado en su carrera, destacando que su atuendo revelador era exclusivo para la pantalla y no representaba su vida cotidiana.
Mientras tanto, las reacciones del público continuaron polarizadas. Algunos aplaudieron la iniciativa como una forma de captar la atención de los espectadores, mientras que otros condenaron la táctica por perpetuar la cosificación de las mujeres en los medios. Los comentarios en redes sociales abarcaron desde elogios hasta duras críticas, incluyendo acusaciones de que este tipo de estrategias distraen del verdadero propósito del periodismo: informar.
El canal no se limitó a implementar este formato en idioma albanés. Durante un tiempo, incluso consideró expandirlo a emisiones en inglés y francés. Sin embargo, este enfoque no logró apaciguar a los detractores. Aleksander Cipa, presidente de la Unión de Periodistas de Albania, criticó abiertamente a Zjarr TV, afirmando que la desnudez no es una solución a la crisis de los medios, que en su desesperación recurren a medidas extremas para sobrevivir.
Another Zjarr TV newsreader. The story was on the Albanian potato crop…or was it Syria. Did I even have sound on? pic.twitter.com/IrUggDTfdh
— A.C. Edwards (@thesecurityguy1) February 28, 2016
A pesar de la controversia, las presentadoras han señalado que sus experiencias han sido en su mayoría positivas. Greta Hoxhaj compartió que su nueva fama le ha permitido disfrutar de una vida más plena y ser reconocida por su trabajo. En su barrio, es admirada y constantemente recibe mensajes de apoyo de los espectadores, quienes incluso le envían flores y le ofrecen consejos para mejorar sus programas.
El caso de Zjarr TV no es único. En otras partes del mundo, como Venezuela, también se han adoptado estrategias similares, lo que demuestra que este enfoque tiene un alcance global. Sin embargo, su impacto sigue siendo un tema de debate, enfrentando la tensión entre la creatividad mediática y las responsabilidades éticas de los medios de comunicación.
Al final, mientras unos celebran la osadía de Zjarr TV como una ruptura de esquemas, otros lo ven como un reflejo preocupante de cómo la industria televisiva puede priorizar el impacto visual sobre la calidad del contenido. ¿Es este un nuevo estándar en la televisión o una simple provocación pasajera? Esa es una pregunta que sigue sin respuesta definitiva.